Por Victor
Suarez
Así me lo
cuenta Juan Ramón, un estudiante de la UASD que vino del interior,
con la sed enorme de hacerse profesional y salir de la miseria en que
vive él y su familia, hay que ser fuerte, soy fuerte, pero, no pude
dejarme morir de hambre y me lanzo a la vida o a la muerte y aquí
estoy preso.
El brillo de
la tristeza se le veía en los ojos cuando me hablaba, con la mirada
perdida en la distancia, como queriendo estar sentado a la mesa junto
a sus familiares en su pueblo natal. Hay que ser fuerte Victor,
cuando comienza el día y en la casa no hay nada, ni siquiera el
pasaje para salir a la calle.
Y comienza la
mañana y no hay nada para comenzar el día y llega el medio día y
no hay nada para poner en la mesa, y llegan los muchachos de la
escuela y no tienen nada para comer, hay que ser fuerte, hay que
tener corazón de acero para no salir a las calles a buscar de
cualquier modo, matando, robando, o, haciendo lo que sea para que los
muchachos coman.
Pues si
tuviéramos un trabajo, o, lo básico del día a día,
la
alimentación, todos estuvieran tranquilos, los dominicanos somos
gente de lucha, somos trabajadores, somos orgullosos, no nos gusta
pasar vergüenza, pero, tampoco le pasamos hambre a nadie.
Yo vine a la
capital a estudiar, sano, santo, ingenuo, inocente y la miseria y la
carencia me llevaron a la desesperación y hoy en vez de estar en un
aula de universidad, esperando graduarme, soy un prisionero, pues no
soporté que en mi casa se pasaran los días con hambre.
Pero, si te
digo Victor, que cuando salga de aquí, me inscribiré en un partido
político y lucharé sin tregua hasta alcanzar que este pueblo cambie
este estilo de vida que llevamos, esta forma de vida donde los pobres
tenemos que comer mierda para vivir.
Y digo que me
meteré a un partido, porque mi pueblo se ha vuelto cobarde, ya no
creo que luche por cambiar de sistema, así que, me quedaré en esta
rancia democracia, pero, buscaré que se respete la vida de este
pueblo, que ya está cansado de que le roben lo que nos pertenece a
todos.
Yo me robé
una cadena que total no me quito el hambre de un día, pero ellos se
roban millones, los millones de nuestra comida, de nuestra salud, de
la leche de nuestros hijos, de nuestros estudios. Nos quitan la
alegría y nuestra libertad la perdemos entonces buscando lo que
obtener un pedazo de yuca para no morirnos de hambre.
Así me lo
connotó y así lo escribí.
Por Victor Suarez