Por Víctor Suarez
El presidente que
defenderé. Es aquel, quien dirija el estado para la defensa de los
que nada tienen, quien fortalezca esta nación de forma tal, que le
garantice a este pueblo, alimentación, salud, educación y empleos,
que nos haga sentir orgullosos de ser Dominicanos, que nos eleve a la
altura de los países que no emigran tan sólo por la necesidad de la
comida, que es el móvil principal, por el que dejamos nuestra
patria, para pasar vergüenza en suelo ajeno.
Quiero un
presidente, que se quite el ropaje de salón y baje a las calles de
los barrios, para ver como vive la gente simple, la gente buena, la
gente en su estado natural y entonces, canalizar esa energía de
gente buena de gente llana y de jóvenes inactivos, en fuerza motora
para el progreso del país, hacer de las contradicción un horizonte
de éxito para esta tierra de alto linaje, llena de riquezas, de la
cual en su historia, solamente la disfrutan unos pocos, mientras la
mayoría agoniza en la miseria.
Pelearé por un
presidente, que no espere en su silla palaciega a que la gente vaya a
el, a humillarse a sus pies, pidiendo lo que por ley le toca, quiero
un presidente, del cual yo me sienta orgulloso, cuando tenga que
defender su nombre ante sus adversarios, aquellos que odiarán a mi
presidente, porque no permitirá las altas comisiones , ni los
funcionarios del dispendio en detrimento del pueblo, porque no
permitirá la extorsión, el grado a grado, las cuentas millonarias
en los bancos extranjeros, ni la corrupción en ninguna de sus
versiones.
Yo quiero salir de
mi casa cada día, a trabajar por un hombre, que no le tiemble el
puso cuando tenga que tomar decisiones para defender el activo
principal de esta media isla, es decir la gente. Que no sea
malabarista de la mentira, de la falta de sentimiento para los que
nada tienen, que no se haga cómplice de los intereses de las grandes
empresas nacionales e internacionales, ni venga al poder a servirse
ante la impotencia y la rabia del pueblo sencillo.
Quien es ese hombre
que merece que yo me ponga de pie, que me llene de energía y salga
a las calles de mi pueblo, a las caravanas, a las casas a orientar a
la gente para que vote por él, por que ese hombre me ha a convencido
a mi de que luche por él y lo defienda, porque él, encarna los
intereses de mi gente y de mi pueblo, porque él representa a los
Dominicanos, porque ese hombre le garantiza salud, formación, pan y
ocupación a los millones de pobres que sufren y mueren cada día,
porque el estado no los protege.
Ese hombre, que sea
capaz de darle cien por ciento esto al pueblo, sin mentira y sin
engaño, tendrá mi apoyo y tendrá sin corta pisas, mi votos y
juntos bailaremos la danza de la victoria, de la mano de un pueblo
que mil y una vez, ya ha sido engañado. Que venga a nosotros ese
hombre, quien no necesita ser un hombre intergaláctico para que
creamos en él, porque con tan sólo mirarle a los ojos y conocer su
trayectoria y de quienes viene rodeado, sabremos a quien le servirá
si a DIOS o Satanás.