Los privilegios de unos llevan a la tumba a otros

Los privilegios de unos llevan a la tumba a otros
Por víctor Suárez

El engreimiento que crea el privilegio, trae la humillación más vil a los humildes de este pueblo.
Así viven los personeros que dirigen el país, en vez de servir, viven en contra de la mayoría, a las cuales, les quitan las posibilidades de vivir en condiciones de respeto, desprecian a los de abajo, los humildes se han convertido en un problema para ellos.

El que le quita lo poco que tiene este pueblo para su propio provecho, no merece llamarse dominicano, no merece vivir.
Viven en tal privilegio ese grupito, que no sienten pena, el corazón se les endurece, en medio de la riqueza, sacándoles hasta el mínimo centavo a las costillas de los desarrapados, es como quitarle la medicina a un tuberculoso.
Estos privilegiados, los podemos encontrar en toda la geografía nacional.
Se convierten en burócratas, inalcanzables, se les esconden a los que les dieron ese poder.
A veces creo que se comportan como elementales entupidos, por que volverle la espalda a aquel que te ha dado la posibilidad de estar ahí donde te encuentras, es de necios.
El privilegio los vuelves intransigentes.
Muchos creen que llegaron allí por arte de magia, no piensan que fue el pueblo que los eligió para que le sirvan al pueblo, muchos piensan que estarán en ese puesto para toda la vida, y todos creen que fue una teta que le pusieron para alimentar su cuenta bancaria y las de sus allegados.
Y mi pueblo ingenuo vuelve a votar por ellos, por los mismos que se han hecho ricos con los bienes del estado, mi pueblo ciego vuelve a votar por ellos, por los mismos que nos han mantenido en la oscuridad perpetua, y mi pueblo crédulo vuelve a votar por ellos, los mismos que con mentiras, nos engañan una vez y otra vez y mi pueblo candido, se pelea entre si, defendiendo el privilegio de los farsantes, los que solo tienen tiempo para los de abajo cuando llegan las elecciones, no me merecen respeto, ninguno de ellos, no merecen que mis manos escriban ni siquiera sus nombres, randas de estado, vendedores de quimeras a un pueblo que ya no tiene más esperanza que el de la violencia de los inconscientes o las trincheras de los conscientes,
A veces pienso que es más feliz el más ignorante,
Este, no entiende la cara de la miseria, de la pobreza, del abandono, el ignorante no conoce la diferencia entre un cleptómano y un mandatario, entre un embustero, y un hombre de bien, entre un pusilánime y un hombre de pantalones, que ponga cada cosa en su lugar, un ignorante no comprende el porque unos pocos lo tienen todo y otros nada tienen, pero a mi querido ignorante le diré que detrás de cada riqueza hay un baño de sangre, hay un robo magnifico, un asesinato, o un grupo que muere de hambre.
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