
La cosa sigue tan mala como ayer, los mismos ricos, los mismos pobres, la misma gente de abajo por alcanzar posiciones, hacen todos tipos de irreflexiones, por trepar un poquito más arriba se olvidan de vivir el presente, y mientras los de arriba pensando como volver a engañar a los de abajo, y los de abajo cada vez más ingenuos y los de arriba cada vez más feroces en su afán de acumulación de riquezas y de no permitir a los incautos el acceso al tren de la obtención.
Hoy es lo mismo que ayer, los mismos barrios, con sus mismas casas, no aptas para vivir humanos, los mismos pobres con sus mismas necesidades, las mismas escuelas con su limitada educación, los mismos hospitales con las mismas precariedades, niños muriendo por falta de un biberón de leche, por una medicina que lo ayudaría a vivir largos años, nada cambia aquí, la vida es la vida en su curso imparable hacia la angustia de un grupo, al cual se le niega hasta la esperanza,incluso se le limita la mirada al horizonte, en cambio la opulencia en la que viven los insensibles es vergonzosa, unos cuantos ricos lo poseen todo, mientras cada día más pobres se juntan en el triste camino del desvivir, la riqueza es de todos, la riqueza es para todos.
La simpatía por los demás se pierde en el oscuro laberinto de laferocidad de la búsqueda del dinero, se ve el odio, se siente en el rostro ajado del transeúnte y cuando se nos acerca, nos aflora la suspicacia, muchas veces el temor nos atrapa en el lugar más claro de la ciudad, porque la noche se plantea en la mente de aquel que por unos pesos es capaz de quitarte la vida, que odio tan grande por los demás, o que necesidad tan inhumana. Hoy es lo mismo que ayer, los mismos hoyos en las mismas calles, los mismos apagones en las mismas ciudades, la misma hambre en los mismos caminos, las mismas carencias en el mismo país.
Esta desesperanza no es de un presidente, no es de un partido, es de un sistema que crea gobiernos indiferentes, crueles, donde la riqueza de los que dirigen es lo que importa, después que mueran todos que más da.
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Autor:
Victor Suarez