La secretaría de cultura y la incultura

Ayer estuve en una localidad del Cibao, como siempre en mis actividades artísticas y musicales. Una niña de a pena 12 años se acercó a mí con una serie de hermosos dibujos pintados a lápiz. Tras mi asombro ante la belleza de su técnica le pregunté que si estaba asistiendo a alguna escuela de arte ó estaba en alguna parte recibiendo clases, me contestó con un rotundo no, era solamente su inclinación artística que la empujaba a pintar todo cuanto veía, me vi reflejado en aquella actitud exquisita cuando yo siendo un niño de primaria deseé con todas las fuerzas de mi corazón ser un gran músico y no alcancé más que algunos tonos de guitarra con otros que también ya tenían atrofiada su inclinación por la música, pero hoy como ayer las instituciones que velan por la cultura de este país, son instituciones de la incultura, patrocinan grandes eventos, del arte que ya están posicionados, pero no apoyan a los que comienzan, no estimulan la vocación de los niños y adolescentes y esos hijos de machepa tienen que abrirse pasos por los escabrosos caminos de la indiferencia.
Por tal razones muchas veces son mediocres, por no haber tenido una dirección sistemática en su educación artística, en su aprendizaje y siguen hasta donde lo lleve su afición.
El apoyo no es para los cultos, pienso yo, ya ellos están culturizados y ellos buscarán de la cultura donde quiera que se encuentren, la cultura debe ser apoyada en sus embriones, porque de allí depende el sostenimiento de la identidad de un conglomerado.
Hoy día mi país no tiene escuelas de arte en las provincias pueblos y municipios, los jóvenes crecen sin almas, que es lo mismo que decir incultos, los artista de mi pueblo son empíricos en su gran mayoría, la vocación no se le estimula, no se le educa. Por eso muchos de ellos aunque buenos, adolecen de condiciones en su cultura general y muchos no saben ni hablar en publico, porque no dominan el lenguaje, pero sin embargo son buenos artistas que se han hecho a fuego y piedra.
Me embargaría la felicidad, si yo viera mi país sementado de escuela de arte, academias de música, clubes culturales representados por la secretaria de cultura, que los muchachos vayan después de la escuela ordinaria cada tarde a una escuela de arte, a aprender cultura general, a aprender a tocar un instrumento, a aprender a hacer arte, que abunden los grupos de poesías coreadas, las tuna, las rondallas de las provincias, los cantautores, los declamadores, poetas, compositores, los grupos típicos, etcétera, nuestra nación seria fuerte, seria grande, seria culta, y nuestros jóvenes no fueran a refugiarse en la delincuencia, porque no ven esperanza alguna en su diario vivir, pero, a los que hoy dirigen la secretaria de cultura así como los del pasado gobierno no les importa que éste sea un pueblo inculto.

victor suarez
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