A DONDE SE FUE LA SENSIBILIDAD

Por Victor Suarez
Los dominicanos en su gran mayoría, hemos perdido la sensibilidad ante aquellos problemas que a cualquier persona con una pizca de sensibilidad le afectaría. La gente vive en la angustia de la desventura y el desamparo, mientras nos hacemos de la vista gorda ante el sufrimiento.

Por eso, ver que los servicios de agua, luz, transporte, salud, educación y otros tantos no funcionen, esto parezca algo normal entre la gente. Que las calles de las ciudades, estén llenas de hoyos, sin aceras y llenas de basura, nos parece corriente.

Que ya no existan los caminos vecinales, que los campesinos abandonen el campo por que no tenga las facilidades para vivir allí, por que los gobiernos no le proporcionen nada para mantenerse bajo las condiciones del campo.

Que los mercados parezcan basureros, llenos de alimentos contaminados, por que no hay una supervisión adecuada de las autoridades competentes, o, por la falta de tecnicismo para llevar estas cosas como deben ser con un mínimo de delicadeza y de respeto por la vida de los demás.

Que el alto índice de desempleo mantenga a los jóvenes en las calles,
Sin horizonte y sin futuro, que muchos de esos delincuenticos que andan por las calles arrebatando carteras y cadenas es por que el estado no le garantiza ninguna posibilidad de vida. Que los niños tengan que trabajar para su propia manutención, haciendo trabajos, inhumanos, buscando para llevar a sus casas, las migajas que le regalan algunas almas bondadosas.

Ayer vi en un noticiero local donde los moradores de una comunidad de las orillas de río Bajabonico en puerto plata, hubo de subir el ataúd de su familiar fallecido en una simple barca hecha de tanques para pasar él difunto al otro lado del río por no haber allí un puente, el cual le daría un poco de dignidad a esa pobre gente aunque sea al momento de su muerte.

Y así siento de situaciones que pasan día a día, injustas, las cuales con un poco de voluntad política podrían mejorarse y darle a la gente una vida realmente humana. Aunque muchos de aquellos que están viviendo en la absoluta opulencia, olvidando las penurias de los de abajo, digan y redigan que aquí todo esta bien, por que son los máximos de la insensibilidad
La gente aquí desvive en vez de vivir, eso no lo toleraré nunca mientras tenga salud y vida.